EL PESO DEL PASADO
Por Analia Forti
Cuánto estiman ustedes que pesan vuestros
pasados?
Han tenido un pasado de plumas o un pasado de
plomo?
Pesa más 1 kilo de plumas o 1 kilo de plomo?
Ambos pesan igual, 1 kilo.
De igual modo pesan todos los pasados, porque
todos suelen ser pasados imperfectos.
El tuyo, el mío y el de aquellos que en ese
mismo momento aparecen en tu mente y creés que son la excepción y que sus
pasados fueron de plumas, livianos y plenos.
El pasado pesa, el tuyo, el mío y el de
ellos.
Pesa porque ya no es y no será nunca más,
porque al ya no tener posibilidades de volver a ser no hay nada que podamos
modificar en él y pesa sobre todo porque lo hemos dejado acumulado en alguna
parte de nuestro cuerpo emocional.
Cuánto
pesa…?
Pesa lo que pesa el desamor, la carencia
afectiva, la violencia, los abusos, las pérdidas, los recuerdos, las
traiciones, las decepciones, los dolores morales…
El pasado pesa lo que pesa para cada uno de
nosotros lo vivido.
El futuro no pesa porque aún no es y ni
siquiera sabemos si será para nosotros, pero sin embargo aún sin pesar, agobia.
Agobia porque aún no es y no sabemos si será
ni cómo será pero más agobia porque nos hemos formado una idea de cómo debería
ser.
El pasado pesa y el futuro agobia.
Y el Presente?
Acaso alcanzamos el satori de la máxima
iluminación y si nos entregamos al presente vivimos livianos y libres en
contacto con el ahora?
No.
El presente también puede pesar y agobiar,
porque no es lo que esperábamos que fuera, porque nos sentimos impotentes al no
poder hacer que sea tal y como queremos, porque sencillamente el presente es
pasado al instante… es y ya no es…y esto nos angustia.
El pasado pierde peso cuando “aceptamos” todo
lo que hubo en él y soltamos amarras de aquél puerto de plumas o de plomo…
El futuro deja de agobiar cuando no
despositamos sobre él ninguna expectativa, ni siquiera que llegue …
El presente deja de pesar y de agobiar cuando
simplemente “lo aceptamos” tal y como es.
Pero “aceptarlo” no significa reinterpretarlo
con expresiones del estilo “si sucede conviene”, porque a veces sucede y no
conviene.
Aceptar el presente tal y como es, implica la
ardua tarea de”dejarlo ser” y fluir con lo que trae, sin evaluar si conviene o
no conviene, simplemente vivenciar lo que es...
Aceptar el pasado, inexpectar el futuro y
fluir con el presente, es la ecuación vivencial de la profunda liviandad
existencial.