domingo, 20 de diciembre de 2009

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Qué nos pasa con Los Duelos en tiempos de Fiestas?

Tiempos de cierres, de finales, de recuerdos, de nostalgias…
Tiempos de felicidad para aquellos que gozan de la dicha de tener a todos sus seres queridos en este mundo y tiempo de tristeza y melancolía para los que tenemos algunas pérdidas afectivas importantes…
Tiempos de alegría y de tristeza…
En las fiestas, un tiempo signado social y culturalmente por un mandato externo de alegría, se conjuga el bullicio de los comercios y la gente con ánimos renovados y la tristeza de los que acarrean alguna pérdida reciente.
Hijos que han perdido a alguno de sus padres…
Padres que han perdido hijos…
Esposas y esposos que han perdido a sus compañeros de vida…
Todos ellos tendrán que enfrentarse en este tiempo a los reiterados y bien intencionados “Felicidades” que oirán por doquier día tras día… sintiendo que esa palabra se encuentra hoy tan distante de su realidad pero sin poder aclararlo a todos y cada uno de quienes la emitan…
Su dolor será suyo, su vivencia serà propia, íntima, callada… mientras los fuegos artificiales seguirán estallando luminosos en un cielo que para ellos… al menos esta vez, será un enorme hueco oscuro e infinito…
Y si… los duelos duelen…
Y duelen en Navidad y en Año Nuevo, y dejan un vacío y una herida abierta y la ausencia de ese ser con quien hemos compartido momentos como estos se hace inmensa…inabordable… y así como se siente de dolorosa es como hay que vivirla.
Porque negar la existencia del dolor no es saludable y anular la existencia de estas fechas tampoco conduce a resolver nada positivamente… porque los duelos duelen… y atravesar el dolor es necesario…
Cuando de atravesar una circunstancia como estas fechas se trata, no hay fórmulas eficaces salvo las que a la propia persona le son funcionales.
Desde visitar la morada final de sus seres ausentes, hasta brindar por ellos nombrándolos o engalanar con flores sus fotos… hacer lo que ellos harían … lo que les gustaba… todo vale cuando de seguir adelante se trata.
Porque más allá de las fórmulas lo que importa es que quienes están atravesando un duelo no pierdan el cordón que los liga a la vida.
Porque hay alguien que se fué pero también alguien que se quedó y quedarse implica vida.
Y vida puede incluir que el duelante este año no tenga deseos de festejar o de reunirse o que por el contrario necesite sentirse contenido y acompañado, puede que en algún momento de la noche exprese sus lágrimas y es saludable que se sienta habilitado para hacerlo, sin juicios, sin mandatos, libremente recibido como quien expresa una emoción más… de tantas…
Para aquellos que están atravesando un duelo en estos tiempos de fiestas, les dejo la idea de permitirse sentir lo que sea que sientan y de expresarlo con la naturalidad que el sentir tiene…
Seguramente que van a sentirse tristes, probablemente van a sentir nostalgia, angustia, dolor y casi con certeza las lágrimas van a ser compañeras de brindis…
Y está bien que así sea…
Permitirse sentir y duelar es darse permiso para seguir viviendo con el dolor de una ausencia.
Nuestros muertos forman parte de nuestra vida.
Permitite sentir las ausencias… expresar tus sentimientos… vivir tu duelo… aún en tiempos de festejos…
Que tengan todos unas fiestas congruentes con su sentir…

domingo, 13 de diciembre de 2009

GRACIAS A TODOS POR COMPARTIR ESTA MARAVILLOSA EXPERIENCIA DE ENCONTRANOS CON NOSOTROS MISMOS !

Clr. Analia Forti






Imágenes del Taller


Taller SANANDO NUESTRO NIÑO INTERIOR

martes, 1 de diciembre de 2009