miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL JUEGO COMO CAMINO

EL JUEGO COMO CAMINO
Por Analia Forti

Cuando conozco a alguien que destella vida, alegría, entusiasmo, asombro, energía y amor, suelo descubrir que se trata además de personas que se destacan en la actividad que realizan y que raramente se percatan de esto.
Centradas en ellas mismas y en el disfrute de lo que aman hacer, no se detienen a evaluar logros alcanzados ni méritos ni popularidad, simplemente hacen, se divierten mientras hacen y deshacen, crean y recrean, atraviesan obstáculos y dificultades como prendas que son parte del juego y siguen jugando…
El niño que los habita aún no ha sido relegado al olvido, no necesitan mostrar sino ser, pero tan destellante es su ser que inevitablemente resplandece.
Capaces de alegrarse con un atardecer y de sentir dicha por un logro ajeno, vibran con la vida y la luminosidad, son himnos a la existencia que deshabitados de competitividad alcanzan sin embargo, éxitos no buscados.
Sin aspiraciones de brillar, brillan… sin el objetivo de ser reconocidos, son reconocidos… sin necesitar destacarse, se destacan… sencillamente porque juegan a vivir… no batallan, no luchan, no pelean, no avasallan, no murmuran, no rumian, no planean estrategias de poder, no se comparan, no agigantan sus conquistas , simplemente juegan…
No se propusieron llegar a ningún lugar y sin embargo llegan, allí donde era su lugar…
La vida es juego…
El juego es hacer sin otro objetivo más que divertirse, gozar, disfrutar del hacer…
Los niños juegan y son felices cuando no esperan obtener nada del juego, más que jugar.
Aprender a jugar siendo adultos es recordar aquél tiempo de juego sin objetivo, por el mero placer de jugar, centrado en el presente de cada día, sin más aspiración que la de sentirse vivo a cada instante con lo que existe en mi vida hoy.
Alguna vez pregunté a alguien como parte de una Capacitación qué quería lograr en su vida? “ser la mejor” respondió… pregunté entonces qué es para vos “ser la mejor” y resultó ser que se trataba de “ser reconocida profesionalmente”…
No había juego, no había disfrute… sino necesidad … y la experiencia indica que quien juega por necesidad … pierde por obligación…
Jugar a vivir implica abandonarse a la experiencia de ser y hacer sin más objetivo que disfrutar de lo vivido.
Jugar es un modo de estar en el mundo…

martes, 27 de noviembre de 2012

MEDIRSE CON EL OTRO, UN EJERCICIO DESACERTADO

MEDIRSE CON EL OTRO, UN EJERCICIO DESACERTADO
Por Analia Forti
No hay un gasto de energía tan inútil como el realizado para comparar al otro con nosotros, no solamente insume tiempo, pensamiento, energía y rumia sino que los resultados que la operación arroja siempre son inevitablemente desacertados.
Compararse con otro implica la necesidad de introducir en la evaluación una serie de datos que informen aspectos variados de la vida de ese otro que en su mayoría desconocemos y a los que no tenemos chances de acceder, por lo cual intentamos medir en razón de lo evidente que suelen ser los resultados alcanzados, pero cómo saber las variables que intervinieron en ese resultado?
Por si esta falta de datos fuera poco obstáculo existe otro quizás más difícil de analizar y consiste en tener la suficiente objetividad como para evaluar si en caso de haber obrado en mi vida sus exactas circunstancias hubiera yo contado con los recursos, habilidades, capacidades, deseo, disposición y decisión de actuar en el sentido en que lo hizo éste al que estoy mirando.
Medir mis propios logros es la única y real medida, porque implica mis circunstancias personales actuales e históricas, que solo yo puedo conocer.
Qué importancia tiene la medida del logro del otro?
Cuál es la meta a la que se supone debo llegar?
Establecer mis propios mojones existenciales no será una manera de responsabilizarme de mi vida?
Vos sos vos y siempre vas a ser vos.
El otro es el otro y siempre será el otro.
No trates de esforzarte para ser otro.
No hay manera de que seas, hagas, llegues, logres, lo del otro tal y cómo el otro lo hizo.
Y no sólo no hay manera, sino que si la hubiera no tendría ningún sentido…

domingo, 25 de noviembre de 2012

VIOLENCIA DE GÉNERO

CARTA DE LA VIOLENCIA … A LA MUJER
Por Analia Forti
Copyright 2012 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Nunca creíste que podría formar parte de tu vida y transformarla en un oscuro túnel de miedos, incertidumbres y silencios, como tampoco pensaste ni por un instante que haría de tu soñando paraíso, tu cárcel, tu infierno, tu laberinto callado y sufriente. Sin embargo, debes aceptar que nunca actué a tus espaldas ni a traición, por el contrario, en cada oportunidad me tomé el cuidadoso trabajo de darte señales algunas explícitas y por qué no decir que otras no tanto…
Sé que las percibías pero preferías en ese momento dejarlas pasar, justificarlas como nimiedades que no representaban peligro alguno… Que podría  tener de maltrato un insulto esporádico…? Quién llamaría violencia psicológica a una humillación pública referida a tu exceso de peso? Acaso no serías poco comprensiva si no disculpabas una inofensiva aventura sexual de la que además te hicieron sentir culpable?
Empapelé tus días de indicios e insinuaciones, pero no quisiste creerme, negabas que fuera yo, que estuviera allí habitando con ustedes en esa casa, ilusamente insistías en creer que no podía yo vivir en las palabras y en las manos de aquél a quien tanto conocías y habías elegido como compañero, no era posible para vos, elegías desconocerme y atribuir mis señales al mal genio, al temperamento, a una infancia difícil que había vivido quien me ejercía…
El día que la señal de mi existencia en tu vida fué innegable porque me hice presente en tu cuerpo, me ocultaste ante todos, cubriendo mis huellas y atribuyéndote la culpa de mis moradas evidencias y aún sabiendo que todos sabían me seguiste negando…
No quisiste aceptarme hasta el final y fué aquella tarde cuando te quité la vida, que tu muerte denunció lo que te negabas a denunciar…
POSDATA
MUJER … SI ESTOY EN TU VIDA … NO ME NIEGUES… DENUNCIAME 

viernes, 16 de noviembre de 2012

DEL AULA AL CONSULTORIO

DEL AULA AL CONSULTORIO
Por Analia Forti

Como en tantas otras etapas de nuestra vida, la que implica el tránsito del aula al consultorio es una etapa colmada de dudas, miedos e inseguridades, en la cual aparece el “cómo” simbolizando una sombra misteriosa que pareciera que nadie está dispuesto a develarnos, quizás porque no existe “la respuesta” sino la que cada uno encuentre en el caminar que vaya caminando entre experiencia y experiencia profesional.
El aula es esa “gran madre” que cobija a los alumnos, aprendices, que están allí incorporando conocimientos de sus docentes que como ese “gran padre” proveen los conocimientos y los recursos necesarios para que sus alumnos desplieguen su potencial y puedan iniciar el vuelo de la propia vida profesional.
Cuando llega el momento de iniciar el tránsito del aula a la actividad profesional y mamá aula ya no cobija y papá proveedor ya no provee, podemos buscar nuevas madres y padres para que continúen sosteniéndonos o bien podemos abrir las alas y emprender el vuelo que cada uno decida emprender.
Vuelos hay muchos, los hay cortos y seguros, otros vertiginosos y orientados a las altas cumbres, los hay rasos hasta tomar confianza, hay vuelos en bandada o solitarios, hay tantos vuelos como aves…
Y hay también maneras de volar, se puede volar con la modalidad “entorno” que se desarrolla mirando siempre lo que hizo el otro para imitar, guiarnos o emular, también existe la modalidad “ innova” que implica seguir la propia intuición y abrir nuevos senderos nunca transitados y el modo “ adhesivo” que se sustenta buscando adherirse, sumarse, incorporarse al vuelo que han emprendido otros renunciando a la construcción de la modalidad propia.
Todos los modos de vuelo son válidos, cada quien vuela como se siente capaz de hacerlo, no hay “un modo” de volar.
Nadie puede transmitirles el “cómo” hacer el pasaje del aula a la vida profesional, pueden decirles el “como personal” de cada quien, pero el de ustedes tendrán que encontrarlo por sus propios aprendizajes, con sus propias caídas y sus personales modos de remontar nuevamente el vuelo.
Quienes ya estamos volando, a nuestro modo, podemos brindarles el mapa para que conozcan la geografía y el paisaje de aquellos lugares por los que tendrán que volar y podemos también regalarles el tesoro de nuestra información acopiada en nuestras horas de vuelo, sobre el clima, las temperaturas, los peligros, las posibilidades de cada terreno…pero solo podemos brindarles el mapa … y el mapa ya saben ustedes que no es el territorio… el territorio tendrán que transitarlo ustedes mismos y abrir nuevos cielos para crear nuevas modalidades de vuelos y así un día sentarse con nosotros a intercambiar experiencias de travesía.
Diciembre es la temporada en que muchos pichones emigran de las aulas en busca de sus propios cielos y es preciso que sepan que se gana altura desplegando las alas y asumiendo el riesgo de volar !!!

jueves, 15 de noviembre de 2012


GESTALT TRAINING CENTER BUENOS AIRES 


Este Centro Gestáltico se orienta a formar Profesionales capaces de facilitar en otros el desarrollo de sus potencialidades y acompañarlos en el camino del autodescubrimiento, facilitando en ese otro la aceptación de su ser auténtico.
El Equipo Multidisciplinario a cargo de este Centro Gestáltico orienta su tarea a transmitir los conocimientos del Enfoque Gestalt con absoluta sujeción a los principios y filosofía del Enfoque Gestáltico que es vivencial y experiencial.
Como Gestaltistas hemos descubierto que la experiencia de llegar a ser uno mismo florece en una situación relacional cálida y de aceptación incondicional, en la cual se respete la libertad de elegir y ser. Por eso nos orientamos en nuestra tarea a formar Profesionales en Gestalt que transiten su propio descubrirse y que despojados de las máscaras que ocultan su ser genuino, faciliten desde su experiencia, el contacto con el otro de su ser auténtico.

EQUIPO PROFESIONAL

Somos un Equipo de Profesionales con vocación por la ayuda y el desarrollo del potencial humano, que juntos trabajamos en este espacio abierto y de continuo crecimiento como es GESTALT TRAINING CENTER BUENOS AIRES.
Nuestra filosofía de vida es Gestáltica y por eso nos orientamos a vivir nuestras vidas con sentido, con espontaneidad y en contacto con nuestra capacidad de sentir y de expresar en forma creativa nuestro ser auténtico.
El aprendizaje que nos orientamos a brindarles a nuestros alumnos es la actitud de enseña,r aprendiendo a estar cada vez más en contacto con su ser auténtico respetando y validando el ser que son, sin importar qué o cómo sean, para que ellos puedan seguir creciendo y aprendiendo en tanto trabajan para facilitar este autodescubrimiento del ser genuino en otras personas.
En este camino que emprendimos desde 2010 de enseñar el Enfoque Gestalt, hemos crecido y aprendido individualmente y como Equipo en la realización de nuestra tarea gracias a la confianza de nuestros alumnos y consultantes que nos acompañan con su búsqueda de vivir siendo quienes auténticamente son.

MODALIDAD DE LA FORMACIÓN EN NUESTRA ESCUELA DE GESTALT

Cada año convocamos una nueva Promoción y se organiza un Equipo de Colaboradores en crecimiento y expansión del cual forman parte los Pasantes destacados que surgen de nuestro Programa Anual de Pasantías ofrecidas a nuestros alumnos ya egresados.
Dentro de la formación en Gestalt incluimos el Abordaje Psicocorporal Danzaterapeútico para facilitar el desbloqueo de las corazas musculares y asi liberar el contenido emocional del pasado almacenado en ellas, recuperando la facilidad de movimiento y expresión.
Somos concientes que vivimos un tiempo en el cual la conciencia está orientada hacia el afuera , hacia lo que los otros esperan de mí en lugar de enfocarnos en lo que sucede en nuestro interior y sabemos también que las señales de ese desequilibrio causado por el estrés y la ansiedad de este modelo de búsqueda de éxito y aprobación con evitación del fracaso y la desaprobación, se manifiesta en síntomas físicos y emocionales y es por esta razón que nuestra tarea se orienta al aquí y ahora vivencial y fenomenológico, enfocándonos en el Darse Cuenta de sí mismo y del mundo.
Durante toda la formación trabajamos con nuestros alumnos en el traer al presente situaciones del pasado inconclusas para poder cerrarlas y facilitamos en ellos la integración de las Polaridades para que aprendan a reconocer y satisfacer sus necesidades reales y actualizar su ser para seguir creciendo de una manera genuina.

www.afcounselingcenter.com.ar
JOSÉ CUBAS 3680 PISO 6º DTO D . 3966 2695 .
VILLA DEVOTO . BUENOS AIRES . ARGENTINA

Especialización Postítulo 2013 . CONSULTOR PSICOLÓGICO ESPECIALIZADO EN PREVENCIÓN DE VIOLENCIA FAMILIAR Y DE GÉNERO


NO HAY PROFESIONES SINO PROFESIONALES

NO HAY PROFESIONES SINO PROFESIONALES
Por Analia Forti
En algún momento de mi vida, en el cual era aún muy joven con poca experiencia y algunas ideas desacertadas sobre la vida, creí que la valía la tenían las profesiones y dentro de ellas había construído mi propio escalafón de profesiones valiosas encabezado por la Medicina, ciencia a la que consideraba del mayor altruismo y compromiso por lo cual consideraba a los profesionales de la medicina dignos del máximo respeto por sobre todas las profesiones. En mi personal categorización profesional le seguían a los médicos los profesionales del Derecho, los abogados que advogaban por los derechos de las personas y eran ellos para mí ingenua juventud respetables doctores de la ley.
Luego ya en menor medida y sentido descendente le seguían otras profesiones, pero ninguna calificaba en su valor tanto como aquellas que protegían la salud, la vida , la libertad y los derechos del ser humano.
Finalmente y como inevitablemente sucede el tiempo pasa y la juventud también pero llega la conciencia crítica, la experiencia de vida y los aprendizajes, dolorosos algunos, tristes otros, pero en definitiva necesarios para construirse como adulto y para que la ingenuidad dé paso a la genuinidad y así fue que variadas experiencias me hicieron descubrir, vale decir, aprender que no solo mi escalafón de valía profesional era cuanto menos desacertado sino una verdad aún mayor  “ no había valía alguna en las profesiones sino en los profesionales”.
Así expresado, carece de la reveladora contundencia que tuvo para mí ese darme cuenta, porque esta evidencia se tornó en certeza y convicción y desde ahí comencé a verlo todo de modo diferente.
No era valioso el médico sino este y aquél médico por sus virtudes éticas y morales, vocacionales y de compromiso y no tan solo por sus destrezas médicas. Y no eran valiosos los abogados sino este y aquél abogado cuyo sentido de lo justo era lo suyo de cada uno y no se ajustaban solo a la ley positiva sino a lo equitativo y moral.
Así descubrí en el vivir, que un masajista puede confortar más con  el calor de sus manos que un diestro kinesiólogo que abandona al calor de una lámpara a un ser que yace sin compañía ni palabra hasta el final de una sesión y aún más que un traumatólogo que no mira al ser humano sino como diagnosis posible desprovisto de su humanidad emocional.
Me maravillé al ver como un  novato estudiante de counseling es capaz de sobreabundantes dosis de sanante empatía y aceptación incondicional , en tanto un encumbrado psiquiatra lesiona con una frase carente de empatía alguna a un paciente que acude a él en busca de su cura.
No deja de ser una verdad de evidencia que el más renombrado arquitecto devasta paisajes con un planeamiento urbano de visión netamente comercial en tanto un paisajista engalana con su sensibilidad estética un minúsculo sector verde en una plaza urbana.
No se trata de profesiones sino de los profesionales, no es la cuestión el hacer sino el “cómo” de ese hacer.
Lo vocacional que se escurre en la pasión del ejercicio profesional y se evidencia en lo que cada profesional transmite en su tarea, en aquello que le brinda al otro, en lo que dispone de su humanidad para esos otros del hoy y para aquellos otros de las generaciones venideras, cuando deja plasmada su obra, cuando transmite un conocimiento, cuando con su hacer profesional construye enriquecimientos colectivos.
Quizás es por eso que cada vez que recomiendo un profesional de alguna profesión, lo hago basándome en la delicada conjunción de su ser y su hacer, porque aprendí que nadie hace diferente de quien es y como en cada vínculo profesional hay implicado un vínculo interpersonal, hacer y ser se entrelazan en la trama inseparable del sujeto que como profesional desempeña su hacer.

lunes, 12 de noviembre de 2012

CADA QUIEN RESPONDE POR SU JUEGO

CADA QUIEN RESPONDE POR SU JUEGO
Por Analia Forti
Si algo es preciso que aprendamos en este camino de nuestro existir es a responder por nuestras acciones, a responsabilizarnos de las consecuencias de nuestras acciones, simplemente porque son el devenir necesario de un hacer en el que está implicada nuestra volición y si la voluntad de hacer es nuestra, nuestras son también las consecuencias.
Consecuencias que, al hacer nuestras bajo nuestra responsabilidad nos hacen también “consecuentes” y nos obligan a vivir de manera adulta y responsable, es decir, respondiendo por aquello que hacemos.
Quien más, quién menos, todos en mayor o menor medida desplegamos nuestras habilidades o inhabilidades sociales en nuestras interacciones con los otros y es en ellas donde sin darnos cuenta muchas veces , jugamos juegos que generan consecuencias que nos incomodan, molestan y enojan pero que sin embargo se perpetúan en nuestros vínculos con nuestro consentimiento silencioso al continuar jugándolos con las mismas reglas.
Si me dispongo a hacerte favores, aunque cuando sos vos a quien le toca hacerlos nunca podés y a pesar de saberlo acepto las reglas y sigo haciendo yo por vos y vos no por mí, estoy jugando un juego del cual soy responsable.
Si quien llama para saber cómo estás siempre soy yo y vos solo esperás mi llamado pero nunca sos quien lo realiza y yo sigo llamándote, soy responsable de que sigamos jugando el juego del llamador no llamado.
Si nunca te comunicás conmigo salvo cuando necesitás algo pero a pesar de saberlo cada vez que necesitás algo y te comunicás yo sigo estando ahí para resolvértelo, soy responsable de jugar el juego de necesito ser necesitado.
No hay juegos buenos ni juegos malos, solos juegos responsables, libres de culpas, cargos, reproches, quejas y lamentaciones, porque tal como en el Antón Pirulero cada cual que atienda su juego y el que no una prenda tendrá…
Y la prenda probablemente sea padecer las consecuencias de un juego que no quiere jugar pero no se atreve a cambiar.

lunes, 5 de noviembre de 2012

LO QUE NO QUEREMOS Y DECIMOS QUE NO PODEMOS

LO QUE NO QUEREMOS Y DECIMOS QUE NO PODEMOS
Por Analia Forti

Pareciera que nos resulta muy costoso expresar nuestra voluntad tanto ante los otros como ante nosotros y es por esto que le hemos encontrado un disfraz a esa voluntad que expresa nuestro deseo y la transforma en aceptable tanto para los otros como para nosotros aunque el precio del enmascaramiento sea ubicarnos en un lugar de víctima incapaz, que “queriendo no puede” , aunque sabemos en nuestro fuero interno que no somos ni víctimas ni incapaces porque “ pudiendo no quisimos”.
Cuál es el benefició secundario que obtenemos de ubicarnos en esta posición débil de personas incapacitadas de llevar a adelante su querer invocando como excusa absolutoria el “ no poder”…?
Quizás en único beneficio sea no hacernos responsables como adultos de nuestro deseo auténtico y así tener el valor de afirmar que no busco trabajo porque NO QUIERO, que no cocino porque NO QUIERO, que no plancho porque NO QUIERO, que con tal o cual persona no me relaciono porque NO QUIERO, que no llamo a este o aquél familiar porque NO QUIERO y que las fiestas no vamos a pasarlas con estos o aquellos porque NO QUIERO.
No quiero, No quiero, No quiero, No quiero, No quiero
En cambio, el entrañable y amigable “no puedo” suena a deseo impedido por las nefasta circunstancias del afuera
 y es por tal absolutorio de toda responsabilidad.
Me encantaría ir a verte pero NO PUEDO, ojalá vivieran más cerca para pasar las fiestas con ustedes pero
NO PODEMOS,  más que nada me gustaría poder cocinar yo misma para mi familia pero NO PUEDO.
No puedo, No puedo, No puedo, No puedo, No puedo
PUEDO PERO NO QUIERO
Cuál es el problema que encierra esta sencilla y auténtica expresión?
EL TEMOR A LA NO ACEPTACIÓN DEL OTRO, a que se enoje por mi “ no querer lo que no quiero”, un temor tan absurdo como que alguien sienta enojo porque otro no siente el mismo deseo que él en el mismo momento y ante esta no coincidencia de deseos se enoje…
Vincularnos con otro implica como toda interacción el intercambio de deseos y la aceptación de que existan deseos diferentes entre ese otro y yo, cuando esto no sucede y no puedo hacerle lugar al deseo diferente del otro, cuando no hay lugar para dos deseos, nuestras interacciones vinculares entrarán en un terreno difícil que sería prudente trabajar como parte del desarrollo personal , ya que estando el mundo constituído por mí y por otros, será necesario interaccionar en forma permanente con deseos diferentes a los propios y en caso de no poder hacerlo se verán afectados todos mis vínculos interpersonales y la calidad de mi vida emociona se irá deteriorando inevitablemente.
DESENTENDERME DE LA REACCIÓN DEL OTRO es mi derecho cuando de expresar mi auténtica voluntad se trata y no vivir declarándome NO PUDIENTE cuando soy un NO QUERIENTE.
Si no querés, expresarlo te ubica en el lugar de protagonista de tu vida, de tu historia, te hace responsable de tu voluntad, de tu deseo y de tu ser.
Si no queriendo decís que “no podés” para minimizar las consecuencias de tu auténtica voluntad, estás actuando un personaje que víctima de sus partes no crecidas, elije justificarse antes que responsabilizarse por ser quien es y querer lo que quiero o no querer lo que no quiere.
Temporariamente el “ no puedo” resulta más cómodo aunque menos genuino, pero en el largo plazo es el
“ no quiero”  quien nos constituye como adultos responsables.

ESCUELA DE GESTALT DE VERANO . DIPLOMATURA EN GESTALT 2013


viernes, 2 de noviembre de 2012

LA SOCIEDAD DE LA OTRA MEJILLA

LA SOCIEDAD DE LA OTRA MEJILLA
Por Analia Forti

La sociedad la constituimos todos, pero sin embargo hablamos de ella como si fuera algún tipo de entidad que está por fuera de nosotros, cuando día a día con cada actitud estamos aportando nuestro hacer a la construcción de la sociedad en la cual vivimos.
En cada acción de descompromiso en cuanto a opinión religiosa, política, bioética o de la temática que se sea, estamos construyendo a esa “sociedad” que luego juzgamos y a la cual atribuimos la responsabilidad de todo cuanto nos acontece, cuando lo cierto es que formamos parte de hacer que ese acontecer acontezca.
Si hay alguna violencia social que me preocupa mayormente, porque la entiendo madre de toda violencia, es la violencia de la indiferencia social hacia la muerte.
Naturalizar la violencia y ubicarla en el lugar de “lo cotidiano” ya era suficientemente grave, pero nos hemos atrevido a dar un paso más, el de la indiferencia.
Somos una sociedad que denomino “sociedad de la otra mejilla” pero en el peor y más horroroso de los sentidos, en el sentido del desentendimiento, de la ausencia de compromiso, del mirar hacia otro lado, de la inacción social, política y profesional.
Nos hemos transformados en una sociedad alienada, anómica, amoral que mira a un punto de fuga y de soslayo hace que se espanta de los espantos que gesta con su actitud sin actitud social responsable.
“Hoy mataron a otra en Rosario” …
“Viste lo de las pibas abusadas por el falso productor de televisión”
“Quemaron a otra”
“Te enteraste de la chica que quedó cuadriplégica por Bulliyng”
“Lo mataron delante del hijo para robarle el auto”
Horror, muerte, espanto, abuso, delincuencia, criminalidad, violencia… pero todo sintónico…no hacen ruido las violencias cotidianas, no hay reacción social ni compromiso en la acción.
Los medios de comunicación nos preguntan ¿Cuáles serían los modos de prevención de la Violencia? y los profesionales respondemos largamente sobre las estrategias preventivas, la psicoeducación, la información, las campañas, las charlas abiertas a la comunidad, la concientización sobre la violencia, la prevención en el ámbito escolar y laboral, la protección preventiva de la mujer en estado de vulnerabilidad emocional…
Pero pocos pronuncian o escriben la verdad.
Una verdad que duele pero que exige ser dicha.
Son pocos quienes se comprometen con esta problemática social.
Somos pocos…
Pocos en relación a la demanda, a la necesidad de trabajo en red, a la inevitable urgencia de formación de equipos.
Pocos los profesionales que asisten a Capacitarse en Violencia.
Pocos los integrantes de la comunidad que asisten a charlas gratuitas de prevención.
Pocos quienes se detienen a mirar cara a cara a la muerte por violencia de todo tipo.
Pocos los que se involucran.
Pero nadie pronuncia esta verdad… la del descompromiso social… la de una sociedad que pone la otra mejilla a la muerte de otros humanos… la de la indiferencia colectiva y la muerte masiva…
Pocos somos los que asumimos un compromiso de trabajo, dedicación y formación en prevención de la Violencia, pero esos pocos tenemos la fuerza que pugna por la Vida y sabemos que cada persona que recibe información y atención es una potencial víctima que sale del circuito de violencia donde la colocaba la desinformación.
Una sociedad a quien no le duelen sus muertos, anestesiada y vencida por el yugo de la cotidianeidad que ha hecho prevalecer lo urgente sobre lo importante y que con la mirada fija hacia ese río color de león, naufraga en las aguas turbias de una anomia social que arrebató a Dios el poder soberano sobre la Vida y la Muerte , haciéndolo recaer sobre otros hombres, lobos del hombre…
Se levantarán unos contra otros y se anunciará el final de los tiempos…
La profecia autocumplidora de una sociedad indiferente a la muerte.
Que la verdad sea dicha.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¿NIÑOS OBESOS O NIÑOS SIN BESOS?

¿NIÑOS OBESOS O NIÑOS SIN BESOS?
Por Analia Forti
Cuando a un niño le sucede alguna alteración en sus conductas suelen los papás pensar en todo tipo de causa biológica, razón por la cual acuden inmediatamente al pediatra pero pocas veces toman en cuenta circunstancias emocionales y afectivas, tal como si lo “bío” no incluyera las emociones que sin dudas forman parte de la Vida del ser humano y del niño en igual medida.
Por este motivo es habitual atribuir la responsabilidad de la obesidad a causas físicas como la vida sedentaria o el desorden en los horarios de comida o bien en la calidad de los alimentos que consumimos pero dejamos de lado la existencia e incidencia de los factores emocionales que son de importancia a todas las edades y a pesar de que presumimos que los niños “ no tienen preocupaciones” sí las tienen aunque sean diferentes a las que tenemos los adultos.
Cuántos nos cuesta a veces acercarnos al mundo de los niños!!!
Ellos suelen no saber diferenciar entre la sensación de hambre y la sensación corporal que producen algunos estados emocionales como la tristeza, el miedo o el enojo y a veces los papás tampoco saben distinguirlas ni siquiera en ellos mismos por lo cual tampoco pueden guiar al niño para que pueda hacerlo y es ahí que la niñez emocional de ambos queda igualada y entonces suele suceder que son los papás quienes al observar que su hijo se encuentra emocionalmente pensionado le ofrecen caramelos, alfajores o galletitas dulces para “distraerlos” del miedo, enojo o tristeza que sienten y allí se refugian los pequeños en busca de consuelo internalizando un patrón de conducta que indica que los sentimientos se obturan comiendo.
Aunque pueda parecer excesivo, la falta de conocimiento de estas emociones en los niños también puede causar que ciertos mecanismo de respuesta ante el peligro aparezcan desajustados y esto dé lugar a estados ansiosos que luego se buscará apaciguar nuevamente comiendo, ya que la masticación y la trituración de la comida son formas naturales para combatir la ansiedad y así puede crearse un hábito de enfrentar miedos masticando ciertos alimentos, sobre todo aquellos altamente proteicos como la carne o el chocolate que cuentan en su composición química con elementos que elevan los niveles de serotonina, que constituye una de las sustancias que se encuentra disminuída en los estados depresivos.
Cuando el alivio a la tristeza, al enojo, a la soledad, al miedo, lo brinda un chocolate y no unos brazos maternos o paternos que sostengan, abriguen y contengan, estamos ante una posible obesidad infantil por factores emocionales y afectivos, nos guste aceptarlo o no, vayamos al pediatra o no, nos derive a un nutricionista infantil o no, no habrá profesional de la salud que nos confeccione una dieta de amor, mirada y presencia.
Dentro de las causas emocionales de la obesidad infantil no debemos dejar de tener en cuenta los conflictos entre los papás, que cuando existen ocasionan en los hijos tensión emocional, angustia y es la comida la única fuente de satisfacción que encuentran cuando papá y mamá no están disponibles para atender sus necesidades emocionales porque están centrados en “sus propias guerras”.
En los niños que viven maltrato psicológico, el cual incluye decirle “ ves que siempre hacés todo mal”  o “ que raro que rompas algo otra vez” , o maltrato físico , que incluye el “cachetazo merecido” o “el chirlo inofensivo” o bien “ el tirón de pelo para que entienda” suelen asociar de manera  la imagen de delgadez con vulnerabilidad y por eso buscan de forma inconsciente aumentar de peso, a falta de besos…
La Dieta del Amor para los Hijos solo pueden diseñarla los papás, es económica monetariamente hablando pero costosa en cuanto a tiempo y dedicación.
Cuando los papás creen que hay que ponerle candado a la heladera es porque antes fueron ellos quienes pusieron un candado a su afecto y entonces los hijos descubrieron que la puerta de la heladera o de la alacena estaba más disponible que los brazos, mirada, escucha y mimos de mamá y papá.
Dieta del Amor a los Hijos
Besos por la mañana aunque estén dormidos
Comidas en la mesa acompañados y sin televisión, con diálogo sobre su día
Besos por la noche y disponibilidad a escuchar a toda hora
Abrazos
Mirada de valoración
Palabras de reconocimiento
Presencia
Tiempo
Atención
Todo en cantidades sobreabundantes…
Si bien nunca se deben descartar los factores biológicos tampoco ignoremos los emocionales porque nuestro cuerpo está habitado por órganos y emociones que si conviven armónica y solidariamente harán que la salud permanezca en equilibrio, pero habiendo desavenencias la homeostasis se romperá y la enfermedad hará su entrada en escena.