La jirafa Ofelia (que formaba parte desde hacía poco tiempo del circo del pueblo) tenía preocupados a sus instructores porque sabían de los celos que sentía por ella el famoso enano Raphael,que desde hacía años hacía su rutina con más penas que glorias y sin grandes algarabías por su actuación.
Ofelia, a poco de estar en la compañia se había ganado al público por su natural talento y su garbo señorial... en tanto Raphael, lejos de esforzarse por mejorar y hacer más atractiva su performance, se decicaba a intentar parecerse a Ofelia...
Pueden acaso imaginar a un enano tratando de ser jirafa...?
En sus inútiles intentos Raphael se caía, rodaba, se frustraba... pero insistía en ser como Ofelia.
Una tarde, Ofelia, cansada de ver tanta preocupación por esta conducta de Rapahel el enano, decidió acercarse a conversar con él y sus palabras fueron conmovedoras:
"Rapahel... tú eres un enano y esa es tu gracia... yo soy una jirafa y esa es mi naturaleza... no es que yo quiera ser más esbelta que tú, es que simplemente no puedo evitarlo..."
Esa tarde, el enano se dió cuenta, que en lugar de hacer esfuerzos estirándose para lograr la altura de la jirafa, podría haber orientado su esfuerzo simplemente en ser su mejor Raphael posible.
Ningún espectáculo en la tierra es tan triste, como el de un ser dejando de ser quien es...
Clr. Analai Forti
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