lunes, 28 de junio de 2010

LAS RUMIAS INTERNAS


En ciertas ocasiones cuando alguna situación o conflicto nos perturba emocionalmente y ocupa demasiado espacio en nuestros pensamientos
Corremos el riesgo de caer en lo que se denominan “rumias internas”, una suerte de masticación constante del hecho perturbador que solo consigue mantenerlo por más tiempo en la conciencia con todos sus efectos perturbadores.
Conocida también como “la mordida que no suelta” esta conducta resulta paralizadora dejando a quien la padece estancado en el conflicto sin resolverlo ni superarlo.
Cómo salir de esta trampa mental que nos tendemos a nosotros mismos?
Volver a enfocarnos es la salida, retornar nuestra mirada interna a nosotros mismos, volver a ser nuestro centro.
Cuando nuestro centramiento se desplaza hacia el conflicto como centro principal de interés, nos descentramos de nosotros mismos y a partir de allí iniciamos un proceso de pérdida y desconexión de nuestro ser.
A veces, este descentrarnos de nosotros y desplazar el centro hacia el conflicto forma parte de una estrategia evitativa de algo que debemos afrontar en nuestra vida y postergamos desplazando la energía hacia lugares que percibimos como menos amenazantes o que no constituyen una fuente tan elevada de angustia para nosotros.
El recurso de salida puede ser una simple pregunta a nosotros mismos: En qué estaría ocupando mis pensamientos ahora si no estuviera ocupándome de esto? Y así cada vez que el mismo reiterativo pensamiento irrumpa en nuestra mente volver a cuestionarnos: En qué estaría pensando ahora si no estuviera pensando en esto?
Probablemente van a encontrarse con cuestiones sin resolver acerca de ustedes mismos que están siendo postergadas y desplazadas por el conflicto en que se están centrando.
Darse cuenta de que el espacio ocupado por el conflicto es un espacio de evitación a mí mismo es un primer paso para encontrar la salida a una conducta que nos descentra y desconecta de nuestro propio ser.
Darse cuenta, recentrarse y hacerse responsable de uno mismo en lugar de evitarse, son las puertas de salida de una rumia mental que nos aturde de lo ajeno y nos ensordece de lo propio.
CLR. ANALIA FORTI

No hay comentarios:

Publicar un comentario