domingo, 9 de mayo de 2010

SOLTAR Y SALTAR


Estas dos palabras representan muchas veces, tal vez diría que demasiadas y casi me atrevería a decir que siempre… la respuesta y la pregunta de muchas situaciones.
Soltar implica Saltar y Saltar implica Soltar.
Invariablemente.
Inexorablemente.
Inevitablemente.
No puedo Soltar sin que implique un Saltar … como mínimo de la situación en la que estaba a esta otro, que es estando “suelto”.
Tampoco puedo Saltar sin que implique un Soltar… como mínimo aquello que me mantenía sostenido.
Siempre aparece la pregunta cuando existe una situación en la que hay que SALTAR “Por qué…?”… Por qué no se separa… ¿ Por qué no cambia de trabajo…? Por qué no se muda…? “ Por qué no cambia de carrera…?
PORQUE HACER ESO IMPLICA SOLTAR… y soltar vá de la mano con dejar de asirse a lo conocido, a lo previsible… implica desasirse de todo aquello que nos resulta familiar y cotidiano.
Y desasirse es SALTAR y SOLTAR ES SALTAR y así hasta el infinito…
MIEDO… es la palabra escondida detrás de saltar y soltar.
Un profundo temor a experimentar situaciones desconocidas, y ese miedo no viene solo sino de la mano de su íntima amiga de siempre… la ANGUSTIA, esa que aparece como anticipación ante la amenaza de un peligro futuro.
Así vivenciamos lo desconocido, como peligroso o mínimamente como amenazante.
Por eso NO SOLTAMOS.
Por eso NO SALTAMOS.
Lo cierto, es que nosotros somos los que construímos la idea de lo desconocido como amenazante, nosotros en nuestro imaginario configuramos experiencias aún no vividas como peligrosas… somos nosotros quienes nos negamos el aventurarnos a experienciar lo venidero…
Somos seres “yectos”, lanzados al futuro… no podemos cambiar nuestra naturaleza…
NO TEMAS…
VIVENCIA…
SOLTÁ…!
SALTÁ…!!!
Clr. Analia Forti

No hay comentarios:

Publicar un comentario