sábado, 24 de abril de 2010

DESPLEGARSE 2010 NUESTRO 2º VUELO "LOS LÍMITES DEL AMOR"




"HASTA ACÁ"
Este es el mensaje que comunica un límite establecido adecuadamente, que el otro hasta acá llegó o puede llegar y no más.
El límite demarca, delimita, establece una frontera personal respecto de lo que acepto y permito y de lo que no.
Establecer un límite a otro, ya sea en un vínculo afectivo, amistoso o laboral, siempre entraña enfrentarse a un riesgo: la reacción del otro.
Muchas veces, si algo nos detiene para establecer un límite claro es el temor a la reacción del otro, a su enojo u ofensa con la consiguiente pérdida que podría conllevar, ya sea de su afecto o de la calidad del vínculo.
Es así que para evitar enfrentarnos a la reacción del otro, nos hacemos cargo de ella y dejamos pasar una y otra transgresión a nuestros límites personales para conservar afectos y vínculos que de todos modos se desgastan y deterioran en la medida que acumulo enojos por las transgresiones que no me atrevo a limitar.
En rigor de verdad cabe decir que las reacciones que siguen al establecimiento de un límite casi nunca son demasiado alentadoras.
Ofensas, enojos, desapariciones repentinas, acusaciones de agresividad a quien estableció el límite y algunas otras variantes de las conductas manipulatorias.
El límite pone fin al ejercicio ilimitado de mis deseos y me dice que existe alguien, un otro, más allá de mí.
Si existe un otro los deseos y derechos no son ya solo míos y es sabido que el ser humano no abandona de buen grado una posición libidinal, por eso la resistencia al límite y el rechazo al encargado de establecerlo.
Lo cierto es que los límites son necesarios si deseamos sobrevivir, tanto como lo es desentendernos de la reacción del otro para poder establecerlos.
No establecer un límite por temor a la reacción del otro es convertirnos en víctimas voluntarias de sus deseos.
Establecer un límite desentendiéndonos de la reacción del otro es respetarnos a nosotros mismos y a nuestros deseos.
El límite edifica vínculos sanos y descorre el telón de los vínculos abusivos.
El “no límite” construye vínculos abusivos y destruye el autorrespeto.
CLR. ANALIA FORTI

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