La Negación

Newsletter Semanal
24 de agosto de 2009

Qué nos pasa con lo que nos pasa…?
Por Clr. Analia Forti

Qué nos pasa con La Negación…?

Quién de nosotros no ha conocido a una de esas personas portadoras de un positivismo a ultranza ante cualquier circunstancia por desventurada que fuere?
Son esos que si los despiden del trabajo dicen “No era para mí ese lugar, la verdad me hicieron un favor”… o los que sufren el robo de su automóvil y manifiestan “Por suerte ahora ya no corro más riesgos cuando llego a casa, me están evitando vivir con tanta tensión y ni hablar de que camino mucho más”…
Nos dejan atónitos y confundidos ante semejante apología de lo positivo aún cuando las circunstancias ameritarían cuanto menos un poquito de enojo…
Y si les decimos ¿pero… no te puso mal? Nos dicen “Mal??? para nada…seguramente era lo mejor, tenía que pasar”!!!!!
Cuando superamos la instancia de sentirnos pesimistas y negativos, comenzamos a observarlos a lo largo del tiempo y nos encontramos con que no pudo pasarle nada mejor que aumentar 10 kilos de peso porque ahora los trajes le quedan pintados y ni hablar de la insuperable suerte que tuvo al enterarse de la infidelidad de su cónyuge ya que ahora una etapa maravillosa y nueva se abre en su vida… y no perdamos de vista que el hecho de tener que abandonar su casa le dio la oportunidad de descubrir que el habitar en un contrafrente mejora increíblemente su concentración por la ausencia de ruidos molestos…
Aquí es cuando comenzamos a sospechar que algo está sucediendo y no es solo un exacerbado y perpetuo positivismo.
Efectivamente estamos frente a un negador crónico.
La negación como mecanismo de defensa, cumple una vital función protectora del psiquismo frente a la amenaza de una angustia que podría devastarlo.
Esta función es necesaria y saludable porque permite afrontar circunstancias difíciles con entereza y actitud positiva, pero cuando se establece como una característica de la personalidad que opera como defensa constante ante cada situación desfavorable trocándola en feliz y plena, comienza a transformarse en una defensa patológica.
Tener una actitud positiva no es negar las circunstancias desfavorables de la vida tiñéndolas de un éxito irreal, sino hacernos cargo de las mismas con la fortaleza y decisión de superarlas.
Los negadores crónicos parecieran no poder mostrar los fallos, los fracasos, las desventuras ni los sinsabores a que la vida los enfrenta.
Ávidos de la mirada del otro viven sosteniendo éxitos constantes muchas veces prefabricados sobre circunstancias poco felices.
Hace algunos años atrás, una consultante cuyo hijo había contraído matrimonio hacia casi 2 años, se esforzaba sobremanera en cada encuentro por relatarme los éxitos del negocio que llevaba adelante y el apoyo incondicional que recibía de ellos desde lo económico para el crecimiento del emprendimiento.
Luego de 6 meses de vernos comencé a sospechar que el emprendimiento no era tan exitoso y que los apoyos monetarios estaban destinados a seguir haciendo “como si” todo fuera marchando muy bien cuando no era así.
En numerosas oportunidades traté de que nos centráramos en ese tema pero la evasión era inevitable.
Finalmente 4 meses después, llegó un día diciéndome que el hijo había vendido el fondo de comercio del negocio a un precio excelente, una oportunidad imperdible y que como él era muy práctico no lo había dudado un solo instante y ella por supuesto estaba feliz y orgullosa de la decisión que su hijo había tomado tan acertadamente…
Evidentemente no me equivocaba, el negocio no era tan exitoso… y estaba frente a una negadora crónica.
El fracaso, la pérdida, el error, las experiencias fallidas… definitivamente no tienen buena prensa en nuestra sociedad adicta al éxito, quién podría culpar entonces a aquellos incapaces de bajarse de él…?
Trabajan incesantemente de exitosos, de felices, de plenos… se muestran cansados de tanto subir al podio… lo que no pueden es que en verdad no lo quieren y lo que quieren deben poderlo siempre o al menos que nadie sepa que no pudieron.
Éxito, gloria, felicidad eterna, plenitud.
Una adicción peligrosa sostenida por la negación patológica.

En esta semana les propongo reflexionar sobre lo saludable de permitirnos mostrarnos vulnerables, falibles, a veces príncipes, a veces mendigos…
Los invito a renunciar al trabajo insalubre de responder constantemente a los mandatos sociales de éxito perpetuo…
Les ofrezco la opción de quitarse la máscara del triunfalismo a cualquier precio…
La incongruencia es el mayor daño que podemos hacernos a nosotros mismos.


Muy buena semana
Clr. Analia Forti
Counselor
Especialista en Desarrollo Personal
Diplomada en Gestalt
Cel: 1531239283
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