miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL JUEGO COMO CAMINO

EL JUEGO COMO CAMINO
Por Analia Forti

Cuando conozco a alguien que destella vida, alegría, entusiasmo, asombro, energía y amor, suelo descubrir que se trata además de personas que se destacan en la actividad que realizan y que raramente se percatan de esto.
Centradas en ellas mismas y en el disfrute de lo que aman hacer, no se detienen a evaluar logros alcanzados ni méritos ni popularidad, simplemente hacen, se divierten mientras hacen y deshacen, crean y recrean, atraviesan obstáculos y dificultades como prendas que son parte del juego y siguen jugando…
El niño que los habita aún no ha sido relegado al olvido, no necesitan mostrar sino ser, pero tan destellante es su ser que inevitablemente resplandece.
Capaces de alegrarse con un atardecer y de sentir dicha por un logro ajeno, vibran con la vida y la luminosidad, son himnos a la existencia que deshabitados de competitividad alcanzan sin embargo, éxitos no buscados.
Sin aspiraciones de brillar, brillan… sin el objetivo de ser reconocidos, son reconocidos… sin necesitar destacarse, se destacan… sencillamente porque juegan a vivir… no batallan, no luchan, no pelean, no avasallan, no murmuran, no rumian, no planean estrategias de poder, no se comparan, no agigantan sus conquistas , simplemente juegan…
No se propusieron llegar a ningún lugar y sin embargo llegan, allí donde era su lugar…
La vida es juego…
El juego es hacer sin otro objetivo más que divertirse, gozar, disfrutar del hacer…
Los niños juegan y son felices cuando no esperan obtener nada del juego, más que jugar.
Aprender a jugar siendo adultos es recordar aquél tiempo de juego sin objetivo, por el mero placer de jugar, centrado en el presente de cada día, sin más aspiración que la de sentirse vivo a cada instante con lo que existe en mi vida hoy.
Alguna vez pregunté a alguien como parte de una Capacitación qué quería lograr en su vida? “ser la mejor” respondió… pregunté entonces qué es para vos “ser la mejor” y resultó ser que se trataba de “ser reconocida profesionalmente”…
No había juego, no había disfrute… sino necesidad … y la experiencia indica que quien juega por necesidad … pierde por obligación…
Jugar a vivir implica abandonarse a la experiencia de ser y hacer sin más objetivo que disfrutar de lo vivido.
Jugar es un modo de estar en el mundo…

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