LAS
PAREJAS TENSEGRÍTICAS
Por
Analia Forti
En este
intercambio constante de enriquecimiento que existe en el vínculo entre
nosotros y nuestros consultantes, he tenido la oportunidad de recibir de una
consultante arquitecta un término arquitectónico que resulta aplicable a cierta
tipología de parejas con determinada estructura de interacción.
La “ tensegridad
” es un principio estructural, basado en el empleo de componentes aislados
comprimidos que no se tocan entre sí y se hallan unidos únicamente por medio de
componentes traccionados que son los que delimitan espacialmente el sistema.
Estas
estructuras tensegríticas tienen ciertas dificultades entre las cuales se
encuentran, en increíble coincidencia con el sistema pareja, que al aumentar de
tamaño los montajes comienzan a interferir entre ellos y también que para
mantener el estado de auto tensión es necesario que exista un estado de
pretensado que requiere de fuerzas muy elevadas para su estabilidad.
Algunos
sistemas de pareja que podrían considerarse disfuncionales, son sin embargo
funcionales en razón de su interacción tensegrítica, en virtud de la cual
logran un precario equilibrio basado en la tensión constante de sus intercambios.
Pueden jugar diferentes juegos que pueden involucrarlos solo a ellos o ampliar
el sistema pareja a sistema familiar incluyendo a los hijos como piezas
necesarias para sostener el estado de tensión, bien sea estableciendo alianzas
con alguno de ellos o coaliciones, requiriendo así todo el sistema por su
incremento vincular de enormes cantidades de energía destinada al mantenimiento
de la homeostasis.
Una pareja que
convive bajo el mismo techo pero funcionando como “separados de hecho”, sin que
exista nada nombrado ni reglas claras de interacción vincular, sostiene una
estabilidad basada en la tensión de supuestos y sobreentendidos, de igual
manera que aquellas parejas en que una sospecha de infidelidad sobrevuela
silenciada el vínculo sin que nadie nombre ni devele, sosteniendo el sistema en
base a la tensión del evidente secreto.
Si tan solo
uno de los integrantes de la pareja rompiera el estado de tensión, nombrando lo
silenciado, el sistema se desmaterializaria y la estructura sin tracción
emocional perdería toda estabilidad. En ciertos juegos de seducción en los
cuales prevalecen rasgos histeroides, el juego perdura en tanto el “seducido”
no cae presa de su seductor y de este modo consigue mantener el estado de tensión.
Por el contrario, si presa de los encantos y galanteos mostrara su deleite y
entrega romántica, perdido el estado tensional que asegura la seducción sin
seducido el sistema volveria a desmaterializarse, ya que los componentes del
juego ya no se mantendrían aislados y sin tocarse entre sí, únicamente
traccionados por el deseo.
Compartiendo
este concepto con un reconocido terapeuta familiar sistémico con quien me formé,
juntos nos maravillamos confirmando que sin lugar a dudas todo sistema vincular
tiene su propia arquitectura, comprometiéndonos a explorar más a fondo sus
peculiares estilos.
Gracias a vos,
que sin saberlo, construiste un puente entre tus conocimientos y los nuestros…
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